Jon Ícaro: El sanador del tiempo

Sigo el blog de Jon Ícaro, cuya dirección es esta, desde hace bastante. De hecho, fue de los primeros que comencé a seguir cuando empecé con esta deliciosa locura que es la blogosfera. Así que, en primer lugar, creo que debo pedir perdón por haber tardado tanto a reseñar su libro, El sanador del tiempo. No es cuestión de empezar a poner excusas, así que, sencillamente, voy a pasar a comentarlo.

Lo que nos ofrece en su edición en Kindle Jon es la trilogía del susodicho sanador, tres libritos interconectados tanto por su protagonista como por su trama, siendo el elemento argumental el más interesante de la obra. El argumento, a grandes rasgos, nos habla de cómo una compañía médica ha conseguido desarrollar una nueva terapia para curar a los pacientes incidiendo directamente sobre los recuerdos genéticos del mismo. Entramos, por supuesto, en el terreno de la ciencia-ficción, o de la fantasía, dado que la correlación entre herencia genética y acontecimientos vividos no es exactamente como la muestra en el libro Jon (1), pero que ofrece, de ese modo, la posibilidad del desarrollo argumental que le interesa al autor: la visita a épocas pasadas.

Así, el interventor, que es como se conoce a quien realiza la terapia que sana al paciente, viaja a los recuerdos almacenados en el código genético en una simulación que se remonta a los traumas pasados que provocan la enfermedad presente (2), visitando, en cada uno de los libros, y con tres pacientes diferentes, el Egipto Antiguo, Babilonia y la Grecia Clásica, tres épocas y lugares muy interesantes que son vistas a vuelo de pájaro, centrándose en ciertos detalles relevantes de los diferentes fragmentos de historia tratados, desde el reinado de Ptolomeo a la batalla del Hindu Kush de Alejandro Magno, desde las visitas a las prostitutas sagradas del Templo de Ishtar, a la batalla de Qadesh junto a Ramsés II. Momentos importantes de la historia de la humanidad en los que el interventor, Poul, realiza su “magia”.

Al mismo tiempo, se desarrolla una pequeña trama en el presente que mezcla política y negocios, con un ligero toque de conspiración que, sin embargo, queda oscurecido por la luminosidad de las escenas históricas, a mi juicio, mucho más interesantes.

Si algo tengo que decir en su contra, es que me chirría un tanto el motivo por el cual Poul es el único interventor “que trata a mujeres” del mundo, pues se dice que la intervención sobre personas del otro sexo puede inducir a un apego emocional excesivo que lleve al enamoramiento y a un fracaso en la operación por ello mismo. Lo primero que pensé fue que no todas las personas sienten un amor heterosexual… pero tampoco es muy importante. Lo que el autor quiere remarcar es la capacidad extraordinaria de Poul en el nuevo campo médico creado por la multinacional de turno y su singularidad frente al resto de personajes.

Desde luego, lo más interesante, y la esencia del libro, son los viajes al pasado. Viajes irreales, simulados, pero viajes a fin de cuentas. Es cierto que la propia esencia de la terapia es “arreglar” diferentes traumas creados a lo largo del tiempo, pero aun así, deja con ganas de más: de demorarse más en los viajes, de saber más, de ver más de ese Egipto fundacional, de desarrollar más la trama. Quizá un enfoque (para otra novela, que el tema puede seguir siendo desarrollado) que pusiera el foco en un único trauma, desarrollando mucho más un solo fragmento histórico hubiera resultado todavía más satisfactorio(3), pero las escenas históricas son entretenidas y, si se tienen conocimientos de Historia, más que verídicas y realistas.

Una trilogía, pues, que resulta amena y es, como dice el autor, una forma diferente de aproximarse a la novela histórica, un híbrido de géneros que funciona bien pero que quizá debería haber sido desarrollado de forma más amplia en lo tocante al presente, introduciendo una mayor cantidad de detalles sobre la lucha entre corporaciones que poseen la tecnología.

1: Y que seguro sabría explicar mejor que yo, que para eso es biólogo.

2: Me recuerda poderosamente al funcionamiento del Animus en la saga de videojuegos (y película fallida a mi juicio) Assasin’s Creed.

3: Me viene a la cabeza Rescate en el tiempo, de Michael Crichton, sobre unos científicos que viajan a la Edad Media y viven sus aventuras en un tiempo determinado, a eso me refiero…


23 respuestas a “Jon Ícaro: El sanador del tiempo

    1. ¿Ah, pero te gustan los videojuegos? No lo sabía yo, no…
      PS: Ahora estoy con Resident Evil 6, ya que lo dices. Sí, con retraso, pero oye… novedades compro pocas. Mejor esperar a que bajen de precio en Steam. Y así, están parcheados 😀

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      1. Jajaja😂😅
        Uy, eres todo un piratilla 😉 Yo con la cuota de psplus me ceden 5 juegos al mes, que suelen ser una caquilla, pero bueno… Estoy viciada a uno (y a los legos, claro jeje).

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      2. ¿Piratilla? De esos que bajan cosas sin pagar? No, no… Que los pago en Steam. Lo que pasa es que no tengo ganas de pagar un pastizal salvo en contadas ocasiones (por ejemplo, con Mass Effect: Andromeda, que lo tengo pillado en preventa)

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      3. Ah! Jajaja Había entendido mal… Yo los DLC siempre los cojo en preventa, por las armas u otros objetos excepcionales que te van con la reserva 😅

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    1. Intento siempre ser dar mi opinión desde una perspectiva, en efecto, sincera.
      Y la vedad es que disfruto reseñando tanto (bueno, tanto, tanto, no) como escribiendo, que desde chiquitín me gustaban esas tareas en el colegio de hacer fichas resumen de lo que leíamos 🙂

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      1. Si hay algo que valoro por encima del resto de virtudes es la sinceridad. Espero que no me decepciones cuando le llegue el turno a la de marras, es decir, que no dejes nada atrás por evitar herir mis sentimientos, que tengo edad y he pasado por circunstancias suficientes como para aguantar lo que se me venga encima, que a mí no me duele la verdad, sino la mentira y el silencio.

        Saludos, compañero.

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    1. Mejor no leer. Creo que ya lo he dicho alguna vez…
      Gracias por tus palabras, como ya he respondido, siempre me ha gustado reseñar, y hacerlo de un modo que no sea un ladrillo tipo «crítico pedante de los que salen en el periódico y no me iría a echar una caña con él ni aunque me pagaran un pastizal» 😀

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  1. Bueno, respondo a esta reseña con una gran dosis de ilusión en cada una de las letras que voy a utilizar, y que espero que sepan mostrar el agradecimiento que tengo por el esfuerzo dedicado a hacer esta reseña y por el tiempo dedicado tanto a ella, como a mi libro. Me siento un afortunado, eternamente agradecido por haberme sometido a tu inestimable criterio.

    Muy bien visto el tema de la herencia genética. Si Darwin me leyera, se revolvería en su tumba. La presión ambiental no modifica el ADN, sino que selecciona cambios previos. Es decir, una situación traumática no cambia el ADN, por no hablar de la dificultad de variar el material genético de todas las células para causar una enfermedad (y que realmente se heredan los que afectan a las células sexuales). Hubiera sido más correcto hablar de cambios no en moléculas, sino en vibraciones moléculares y que se habría solucionado diciendo que la tecnología de MediTime llega hasta el nivel de saber interpretarlas, pero no quería extenderme en la parte más tediosa y teórica.
    Dicho esto, muy bien apuntado lo que comentas.

    También de acuerdo con lo del paso a vista de pájaro por la historia. Es algo que me suelen comentar, les parece un paso más rápido y piden más de la historia antigua. Como mi objetivo era hacer amena la narrativa histórica, ya que es un género por definición denso, decidí dar ese enfoque. Hay otras personas que les gusta esa ligereza, pero sí es cierto que se me ha comentado la falta de profundidad.
    Por otro lado, ¿por qué siempre en la Edad Antigua? Situaciones traumáticas las ha habido siempre, pero me he centrado en esa época. También tenía que haberlo explicado.

    Cierto también, yo que tanto he dicho que no me gustan las historias del héroe evidente donde lo es per se, dejo en el aire por qué el protagonista es el único que tiene esa capacidad de intervenir en el sexo femenino. Tanto para tu punto de vista crítico.

    ¡Lo de Assasin’s Creed también me lo han dicho! Es curioso, porque no he jugado a los juegos, si bien los tengo en la lista de esos juegos que algún día abordaré. No sabía que viajaban temporalmente, creía que eran simplemente de corte histórico. Tampoco he visto la película ni leído ninguna novela, aunque tengo ese universo en el punto de mira. Lo de Michael Crichton, otra de tus grandes recomendaciones que me apunto, ya sabes que hablé de Parque Jurásico como una referencia de cómo hacer una gran novela con gran aporte científico «realista».

    Y no me extiendo más. Muchísimas gracias de nuevo, me siento muy afortunado por esta reseña y aprendo mucho de tu opinión. Siempre digo que tienes un criterio enorme y tomo nota de él para mejorar. Gracias, de verdad. Es por estas cosas que me encanta escribir, porque me dan la oportunidad de acercarme a gente como tú.

    Un saludo.

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    1. Bueno, me alegra que te haya gustado mi reseña 😉
      Lo de la «memoria genética», como digo (y explicas), es un detalle sin importancia: a fin de cuentas, es ficción, y, por ligarlo con otra cuestión, en «Assassin’s creed» parten de la misma base, y si no me ha ofendido jugando a varios juegos porque hablamos de lo que hablamos… Es un divertimento, una concesión para desarrollar la trama, no un ensayo científico 😉
      Y por cierto que, de los que he jugado, la trilogía de Ezio (el AC2, The brotherhood y Revelations) son los que más me gustan, el resto… divertidos, pero el carisma del protagonista es fundamental.
      ¡Saludos y suerte con tu próximo proyecto! 🙂

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