Lo siento, pero me voy a repetir con la presente reseña. Vuelvo a comentar un libro del que para mí es la mejor pluma (1) de la fantasía actual, el tipo que más me hace vibrar a la hora de escribir en este género. El inglés Joe Abercrombie ha vuelto a mis manos (es un decir) con una antología de relatos cortos que se enclavan en el mundo de sus seis libros, conocido como el mundo de “La primera ley”, que tantos ratos buenos me hizo pasar cuando lo leí.

Relatos, pues, de no excesiva longitud, con una media de 25 páginas cada uno, situados en diferentes zonas de dicho mundo y a lo largo de una serie de años que, no obstante, no se alejan mucho temporalmente de lo contado en sus novelas.
No obstante, son cortos y autoconclusivos, pero la mayoría de ellos conforman un fresco cuya continuidad se debe a la presencia de personajes que pululan entre sus páginas siendo los protagonistas de varios de ellos. Salvo dos o tres sin conexión alguna, el resto pueden ser considerados vistazos a la vida de los personajes que se repiten en los relatos, una especie de novela fragmentada en la que la personalidad de todos ellos evoluciona, siendo partícipes de ello gracias a oportunas reflexiones de la voz interior de los mismos o referencias agudas en los diálogos, que llenan así las, podríamos decir, elipsis entre relatos.
Ahora bien, los relatos no fueron creados ex profeso para este volumen (2), sino que es una recopilación ya publicada en diversos medios en inglés. Es lo de menos: se disfrutan e incorporan numerosos guiños para el lector de Abercrombie, que ve a un Sand danGlokta antes de sufrir el infortunio, o a un Nuevededos antes de recorrer toda la peripecia vital narrada en los seis libros de “La primera ley”, reflejando así nuevas facetas de la psicología de dos de los personajes principales de su obra.

Pero, sin duda, si hay algún personaje que merezca el título de protagonista, es Shevedieh, una ladrona habilidosa pero que es zarandeada por las circunstancias y por gente canallesca, obligándola a seguir, a trompicones, un camino que no es el que desea para ella. Ahí reside el espíritu de Abercrombie, un espíritu que me fascina y horroriza a partes iguales, porque, más que la crudeza con la que el autor retrata la violencia, lo verdaderamente duro de leer son las miserias de los personajes de la obra, una cuadrilla de perdedores, fracasados y, en el mejor de los casos, personas normales en situaciones muy chungas.
Entre bromas y escenas que mueven a la hilaridad (el relato en el que tiene lugar una confrontación dialéctica en un puente que solo permite el paso a una persona es genial), Abercrombie retrata un mundo oscuro, profanado por la guerra y las ambiciones de los poderosos, por acontecimientos que, desde luego, no mueven a la fe en la humanidad. Y es que, personalmente, opino que hay en el autor una vena misántropa que se deja ver en cada una de las páginas… aunque atemperada por un pensamiento, por paradójico que resulte, optimista. Los personajes, por muchos vaivenes que sufran, y aunque sus objetivos últimos y más deseados no alcancen, salen más o menos airosos de los lances y continúan hacia la siguiente estación de su viaje vital.
Sufres por ellos, porque les puede pasar cualquier cosa, pero al final, el sentimiento al leerlo es agridulce, aunque con un puntito más de dulzor que de amargura.

Estilísticamente hablando, para ir terminando que no es cuestión de aburrir a las piedras, Abercrombie utilizó diferentes formas de aproximarse a la narración, desde el más elemental narrador omnipresente que le permite filosofar sobre lo que escribe, al curioso experimento que es En todos sitios cuecen habas, en el que cada escena está narrada con “cámara al hombro” de un personaje diferente. O el curioso tono heroico, nada habitual en él, que adopta en ¡Libertad!. O la utilización de personajes que sufren las consecuencias de las acciones de la protagonista de su novela La mejor venganza, llevándonos a las pequeñas vidas de gente, diríamos periférica en unos acontecimientos enormes…
En suma, ¿qué puedo decir?: Si te gusta Abercrombie, no puedes dejar pasar su lectura. Incluso aunque no lo conozcas, es un libro que se lee de forma independiente y es francamente ameno, una buena puerta de entrada a su obra.
1: O procesador de textos
2: Un volumen, por cierto, que en lo fisico tiene una presentación muy cuidada, con una cubierta que me ha parecido muy trabajada y cuyos elementos (naipes, cuchillos, monedas) resumen parte de la filosofía de Abercrombie al escribir.
Exquisita, sincera, sin adulaciones ni florituras.
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A pesar de reconocerme seguidor de Abercrombie, he intentado como siempre ser objetivo, pese a que, como en todo juicio de valor, apreciaciones personales caen…
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Ser objetivo requiere de mucha fuerza de voluntad, controlar las emociones y sentimientos que nos nacen ante cualquier acto o ámbito, algo que no está al alcance de todas las personas.
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Leñe Milord tanto bien, que ya te veo reseñando para la canallesca. Un pequeño recorte y a vivir del cuento. Ajeno, claro. Un abrazo.
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Pues la verdad es que aquellos que viven del cuento ajeno, como dices, no son un modelo ejemplar para mi gusto 😀 😀 😀 😀
No me gusta el oficio de crítico. De ningún arte. De hecho, aunque no tengo problemas con la confrontación si es necesario, no soy capaz de entender el gusto por zaherir que muchos críticos (profesionales y, en este mundo de redes sociales, sobre todo amateurs) profesan. Trolls y haters son criaturas, a mi juicio, que son el ejemplo de «el que no tiene que hacer, con el culo papa moscas».
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Interesante reseña. Ya comenté que no había leído nada de este autor, pero cada vez me convencéis más. Este verano le hincaré el diente, seguro.
Un abrazo,
Virginia
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Te recomiendo encarecidamente que no te lo pierdas. De los autores actualmente en boga (dejando de lado a Martin), que son Rothfuss, Sanderson y Abercrombie, para mi gusto el mejor es el inglés. Su mala baba al escribir, su absoluta indiferencia ante los avatares y desventuras de sus personajes aunque con un punto humano e incluso cariñoso (paradójico, ¿eh?), una fantasía sucia y realista, adulta y violenta, sin concesiones ni ñoñerías.
¡Gracias por pasarte! 🙂
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Gracias amigo, este ya lo tengo en mi lista. Besos a tu corazón.
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Con el retraso que llevo yo en todo, muy bien se me tiene que dar para que me decida por este tipo de lectura. Perfectamente reseñada, por cierto.
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Nah, esta te la pasamos, que ya sé que la fantasía no te mola 🙂
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Muy interesante reseña, Luis. Todavía no he leído nada de este autor, pero después de tus reseñas me entran ganas de hacerlo aunque no es un género que prefiero. Pero me siempre encantan los mundos bien creados, sobre todo si contienen mapas y todo. La cubierta muestra que es así, y su aspecto también me gusta mucho. ¡Saludos!
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En efecto, hay mapa (hem… en mi novela no, que soy un zote dibujando 😀 😀 :D, pero el worldbuilding me lo he currado, je 😉 ), aunque lo de menos es la localización geográfica para Abercrombie. Hay algunos clichés del género en sus libros, como el viaje del héroe o la figura mítica, pero son deformados y retorcidos por el inglés hasta hacerlos casi irreconocibles y, como digo, con una prosa que está llena de mala leche, de ironía, de cinismo y, por qué no decirlo, de situaciones que mueven a carcajadas aunque no sean muy graciosas para los personajes.
Como siempre que hablo de Lord Grimdark (su seudónimo en Internet) recomiendo su trilogía de «La primera ley». Es fantasía, pero, de verdad, es lo de menos: lo que cuentan son los personajes y cómo se desenvuelven en un mundo oscuro y violento, lleno de desgraciados y de hijos de p**a. Como el nuestro.
PS: Por cierto, recuerdo que alguna vez has dicho que en Rusia no os llega Amazon, ¿me equivoco?
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Gracias por explicarme todo, ya voy a tenerlo en cuenta. En cuanto a Amazon, sí te lo dije, y es verdad que frecuentemente en Amazon me escriben que es imposible aceptar mi pedido por razones de correos. Por otro lado, conozco a la gente que recibe algo de Amazon en Rusia. Para mi es algo complicado profundizarme a eso, porque normalmente hay pocas cosas que necesito alcanzar de esta manera. Por lo menos, tengo esperanza de venir a España algún día, y así consigo todo lo que quiero. 🙂
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Ok, confirmado lo que creía recordar 😉
Ya te contaré entonces por qué lo pregunto… (chán-chán, música de suspense :D)
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Ya sé que eres un gran maestro de suspense, entonces me quedo intrigada. 😀
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Nada, no te preocupes. En poco tiempo, te comento la cuestión que tengo pensada 😉
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