Tras las líneas

TRAS LAS LÍNEAS

Ghouls
Gules (vía http://es.hplovecraft.wikia.com)

 —¿Has visto eso? —Joachim hizo la pregunta cuando estaba encendiendo un cigarrillo. Las noches en la torre de guardia norte del campo eran muy aburridas, silenciosas salvo por algún quejido ocasional procedente de los barracones de los judíos. La pequeña llama tremoló un tanto, pero desafió al viento lo suficiente como para encender el pitillo.

—¿Qué? —pregunté con desinterés.

Joachim miraba hacia más allá del terreno aplanado y vacío que rodeaba el perímetro de Chelmno, intentando rasgar las tinieblas de la noche sin luna. Se adivinaba la columna de humo producida por la enorme hoguera con la que se eliminaban los cadáveres, en el interior del bosque. Por fortuna, el viento no soplaba en nuestra dirección, así que no nos llegaba el hedor.

Con preocupación en el rostro, Joachim se llevó la mira de su fusil al ojo. Supuse que no vería nada en la oscuridad y giré el potente reflector para iluminar la zona a la que apuntaba.

De repente, se echó hacia atrás. El fusil cayó al suelo, sobresaltándome. Joachim aferraba la barandilla tembloroso, el rostro convertido en una máscara de pavor absoluto.

—¡Joachim! —dije, zarandeándole—. ¿Qué ocurre? ¿Qué pasa? —Estaba dándome miedo, porque no sabía qué podía haber asustado tanto a mi compañero, el cual no había dudado en lanzarse contra un grupo de polacos con la bayoneta por delante, trinchando a cuatro de ellos como pavos antes de que pudieran reaccionar.

No respondía.

Estaba paralizado.

Cogí el fusil de Joachim y miré hacia el círculo proyectado en el oscuro suelo por el reflector, un charco de luz blanca, un foco que iluminó una escena impía en una obra blasfema y nauseabunda.

Disparé por reflejo, pero mi puntería como francotirador dejaba mucho que desear y mi tiro erró por mucho.

La criatura, un monstruo que andaba sobre dos patas pellejudas, cubierta de pelo negruzco en el que aparecían calvas mostrando una piel purulenta, un torso esquelético sobre el que se sostenía una cabeza similar a la de un perro deforme y gigantesco, aprovechó para huir a la seguridad del bosque, dejando caer lo que había estado royendo con fruición.

El brazo, un brazo humano, quedó tendido en el círculo de luz.

Tras las líneas

 


37 respuestas a “Tras las líneas

  1. Me pregunto Lord si realmente dos soldados de la SS tendrían miedo de un perrito con un brazo para comérselo. Teniendo en cuenta que estaban quemando a millones de judíos y oyendo los lamentos de los miles que había hacinados en barracones, muertos de hambre, torturados y quitándoles hasta ser personas, eso también lo hacían los soldados que vigilaban, ¿cuántos miembros no habrían visto, cuántos monstruos asesinando impunemente? Para mi, creo que el horror q

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  2. Me pregunto Lord si realmente dos soldados de la SS tendrían miedo de un perrito con un brazo para comérselo. Teniendo en cuenta que estaban quemando a millones de judíos y oyendo los lamentos de los miles que había hacinados en barracones, muertos de hambre, torturados y quitándoles hasta ser personas. Esto también lo hacían los soldados que vigilaban, ¿cuántos personas desmembradas no habrían visto, cuántos monstruos asesinando impunemente? Para mi, creo que el horror allí vivido, no debería estar aquí, entre monstruos de fantasía.
    Es mi opinión, creo que a ningún judío le gustaría leer esto.
    Miedo da el campo de concentración, allí está el horror, no fuera.
    Shalom.

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    1. Ante todo y sobre todo, vaya esto por delante: El nacionalsocialismo me parece la más deleznable, regupgnante, nauseabunda y horrible ideología que jamás el ser humano ha creado. Y en nuestros milenios de «civilización» ha habido otras ideologías que también son odiosas, así que ya te puedes imaginar mi postura al respecto.
      Sin embargo, como ya comenté en una ocasión en otra entrada, jamás pediré perdón por lo que escriba en un contexto de ficción. Es una historia inventada, de terror en este caso, inscrita en un contexto que, por desgracia, sí tuvo lugar. Yo y mi ideología no tenemos por qué ser como los personajes que escribo. El narrador, el personaje, habla con las palabras que escribo, pero no es yo. Y, desde luego, en este caso, estos dos (lo digo sin problemas: hijos de la gran puta) de las SS están en las antípodas de mis creencias personales, políticas y morales.
      La idea del texto es, precisamente, reflejar un horror ultraterreno en un contexto de horror terreno, tan alucinante que incluso estos dos salvajes se quedan paralizados ante la visión de tal criatura.
      Una criatura que me temo no has llegado a entender. Un… ¿perro? No, no. Se trata de un gul, un monstruo lovecraftiano que es antropomorfo (figura humana) pero cinocéfalo (cabeza de perro), un necrófago que devora cadáveres y vive en cementerios… y en sitios donde hay matanzas. He ahí la conexión: los asesinatos de millones de seres humanos provocan, en mi ficción, la llegada de seres sobrenaturales (la imagen que encabeza el relato es una interpretación pictórica de estos gules, para que te hagas una idea)
      Coincido totalmente: el horror está dentro del campo de concentración. El horror es lo que el ser humano lleva haciendo milenios a su propia especie y al planeta y los seres que viven en él. Nosotros somos el auténtico horror.
      Shalom aleichem. Ojalá se cumpliera siempre tal fórmula de saludo en su acepción de anhelo de paz.

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    1. Básicamente, copio-pego una respuesta:
      Ante todo y sobre todo, vaya esto por delante: El nacionalsocialismo me parece la más deleznable, regupgnante, nauseabunda y horrible ideología que jamás el ser humano ha creado. Y en nuestros milenios de “civilización” ha habido otras ideologías que también son odiosas, así que ya te puedes imaginar mi postura al respecto.
      Sin embargo, como ya comenté en una ocasión en otra entrada, jamás pediré perdón por lo que escriba en un contexto de ficción. Es una historia inventada, de terror en este caso, inscrita en un contexto que, por desgracia, sí tuvo lugar. Yo y mi ideología no tenemos por qué ser como los personajes que escribo. El narrador, el personaje, habla con las palabras que escribo, pero no es yo. Y, desde luego, en este caso, estos dos (lo digo sin problemas: hijos de la gran puta) de las SS están en las antípodas de mis creencias personales, políticas y morales.
      La idea del texto es, precisamente, reflejar un horror ultraterreno en un contexto de horror terreno, tan alucinante que incluso estos dos salvajes se quedan paralizados ante la visión de tal criatura.
      Se trata de un gul, un monstruo lovecraftiano que es antropomorfo (figura humana) pero cinocéfalo (cabeza de perro), un necrófago que devora cadáveres y vive en cementerios… y en sitios donde hay matanzas. He ahí la conexión: los asesinatos de millones de seres humanos provocan, en mi ficción, la llegada de seres sobrenaturales (la imagen que encabeza el relato es una interpretación pictórica de estos gules, para que te hagas una idea)
      Coincido totalmente: el horror está dentro del campo de concentración. El horror es lo que el ser humano lleva haciendo milenios a su propia especie y al planeta y los seres que viven en él. Nosotros somos el auténtico horror.

      Sigo con cosa nueva:
      Si tengo que, al escribir ficción, cuidar de no molestar a nadie, no escribiría nada. Como vegetariano que soy, podría criticar una escena de una matanza de cerdo que tú has escrito en un texto. O podría, como funcionario, poner verde a alguien que haga un texto irónico sobre la burocracia.O como ateo, por un texto sobre una procesión. O quizá…
      No. No lo hago. Porque es ficción. Repito: no quiero ofender. Quiero escribir. Pero no pediré perdón ni me retractaré de lo que escribo si es ficción. En mis textos de no ficción, que han sido principalmente de historia, SÍ que reflejo mi forma de pensar. En ficción, no tiene por qué. Y mi familia sufrió el exilio a Francia y el encierro en campos de refugiados, ya que estamos.

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      1. Ya sabes que cuando expongo algún comentario u observación lo hago con la connotación de sugerencia, pues, entre otras cosas, soy consciente de que solo el autor cuenta con postestad para decidir cómo presentar su obra ante el público.

        Saludos

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  3. He leído la entrada y los comentarios y la verdad es que aunque comparto que el horror son los campos de concentración en sí mismos, disiento en otros puntos. Entiendo que Lord sólo ha utilizado un marco histórico para su historia, nada más. Ni siquiera sabemos de quién es el brazo, podría ser de algún SS y el perro mutante un castigador, por ejemplo. Y aunque no fuese así, no veo la falta de respeto, igual que no la he visto en multitud de historias que se desarrollan en tiempos de dictadura u otros contextos «complicados».
    En cuanto al miedo de los SS, imagino que el estar en el bando «vencedor» o «superior» ante otros humanos les permitía creerse con la potestad de cometer actos tan horribles, sin embargo algo desconocido con lo que nunca han luchado sí que imagino podría darles miedo porque ni sus brazaletes SS servirían para atemorizar.
    En fin, que no sé si me he explicado. Besacos a todos!

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    1. Has entendido perfectamente el objetivo del texto 😉
      La fórmula a la que se reduce es Horror sobrenatural + Horror que existió, real
      En efecto, ser unos «superhombres» que están venciendo y tienen poder sobre la vida y la muerte, no les prepara para la imagen de una criatura (por cierto, es un gul de HP Lovecraft, necrófagos que medran en cementerios y lugares de matanzas: de ahí que aparezca ahí) de ese estilo.
      Y totalmente de acuerdo: si vamos a mirar a quién podemos ofender, no escribiríamos nada. Coño, ni hablaríamos siquiera. No. Me niego. Soy un firme defensor de la libertad de expresión. Y también abogo por la libertad de creación. Escribiré ficción sin preocuparme de a quién pueda molestar, máxime cuando mis ideas están totalmente en contra de lo que estos dos bárbaros de las SS representan.
      Besazos!

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  4. Es , sin duda, uno de los mejores relatos que haya leído ultimamente y mezclar la teogonía lovecraftiana con el horror del holocausto me parece brillante siempre desde un punto de vista histórico dentro de una ficción y sin entrar en politizaciones subjetivas. Por qué el campo de Chelmno?

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    1. Muchas gracias por tus palabras. Como siempre digo, la mejor recompensa es que os guste lo que leo. Veo que has leído el resto de comentarios, así que no me extiendo más. ¿Por qué Chelmno? Simplemente por elegir otro; siempre nos viene a la cabeza el de Auschwitz-Birkanau, pero no se puede olvidar que hubo muchísimos repartidos por los territorios conquistados por Alemania. Era una forma de recordar a otros miles y miles de asesinados, nada más, como podía haber puesto Mathausen, o… hay tantos, por desgracia…

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  5. Debo decirte, Luis, que a mí me parece que todo lo sucedido durante el holocauste de judíos en la Segunda Guerra Mundial es un tanto horror por si mismo que no se necesita añadirlo las fuerzas extraordinarias. Aunque… posiblemente, este monstruo… lo has introducido al relato como una imagen de todo lo malo que tuvo lugar durante toda esa desgracia humana, ¿no? En todo lo demás estoy disfrutando de tus escritos y tu lenguaje. Y si me perdones, me parece que las palabras «trinchera» y «trinchando» con la misma raíz están muy cerca causando tautología, ¿cómo te parece? ¡Un cordial saludo! 🙂

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    1. En efecto. Considero el nazismo la más horrible invención ideológica de la humanidad. El introducir este monstruo necrófago es, precisamente, la forma de recalcar un horror real que, por desgracia, existió. Los millones de seres humanos que murieron por las ansias de poder asesinas de unos cuantos son el resultado de la locura que se nos apodera de vez en cuando como especie. Así que, como bien dices, el horror sobrenatural introducido no es sino una consecuencia del horror humano…
      Tienes mucha razón con lo de la trinchera: Cambio a «contra un grupo de polacos con la bayoneta por delante, trinchando a cuatro de ellos «. ¡Muchas gracias» 😉

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      1. Es un tema peliagudo, pero que no hay que olvidar. Al contrario. Esta y muchas otras barbaridades deben recordarse y evitar que vuelvan a ocurrir (aunque en este sentido, no es que sea muy optimista, pero en fin…)
        ¡Un abrazo!
        PS: El comunismo soviético (y chino, y vietnamita, y…) también es para echarlo de comer aparte…

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